Con el proyecto se pretendía crear, en el ámbito del CORREDOR INTERPOBLACIONAL, un escenario social favorable mediante la implicación y complicidad local de todos los actores que intervienen en el territorio, y a través de las siguientes vías:
– Acciones de cooperación con las administraciones locales, plasmadas a través de convenios de colaboración.
– Acciones formativas, informativas y de participación, dirigidas a los técnicos municipales y a la guardería de cotos, administraciones y del Servicio de Protección de la Naturaleza -Seprona- de la Guardia Civil. También la realización de reuniones con los distintos actores locales, identificados por sectores de actividad. Por otro lado, con el fin de que en el corredor interpoblacional se conocieran otras experiencias de zonas oseras en las que la presencia del oso se ha convertido en una oportunidad de desarrollo, se pretendían realizar visitas a estas áreas.
– La creación de un equipo de campo, formado por dos personas locales, que realizaron diferentes acciones, tales como el apoyo a la búsqueda y eliminación de trampas ilegales y cebos envenenados, el apoyo a las cazadores en la implantación de buenas prácticas cinegéticas compatibles con la presencia de los osos, la cooperación con los apicultores mediante el reparto de pastores eléctricos para proteger las explotaciones apícolas, o las actividades de educación ambiental con los escolares.
– Una campaña escolar para todas las edades y todos los estudiantes del corredor interpoblacional, que incluyó juegos, charlas y salidas al campo.
Por su parte, en el caso del CORREDOR DE LEITARIEGOS, para evitar la fragmentación de la subpoblación occidental de osos, se planteó la compra de montes y fincas, y la plantación de 30 hectáreas de fincas con frutales y especies que den alimento y cobertura a los osos. Además, se redactaron planes de gestión en los montes oseros adquiridos y se asesoró a propietarios de montes en el Corredor de Leitariegos, fomentando la conservación y la práctica de buenos usos compatibles con la presencia de osos.
De forma conjunta para AMBOS CORREDORES se propusieron diferentes acciones:
– Realización de buenas prácticas en la gestión de corredores, mediante la elaboración de un Manual de Buenas Prácticas para orientar a administraciones, agentes económicos y sociales y a la población local en general.
– Tareas preparatorias de información a las administraciones públicas que intervienen en el ámbito del proyecto.
– Un completo programa de sensibilización y difusión, que incluyó la elaboración de diferentes materiales -trípticos, boletines, cartel didáctico-, y una visibilidad clara del proyecto a través de la página web, tablones de anuncios distribuidos estratégicamente por el territorio objeto del proyecto, la elaboración y difusión del informe Layman, o el intercambio de experiencias con participantes en proyectos similares.
El control del proyecto se asegura mediante acciones de seguimiento y la realización de una auditoría externa a la finalización del trabajo.