El censo provisional de osos de 2019 para Pirineos cifra un mínimo de 52 osos, de ellos 4 son hembras con 8 crías nacidas en el año. Suman 3 ejemplares más que en el censo revisado de 2018. Se dan por muertos cuatro ejemplares. Hay que tener en cuenta que el próximo año, además de realizar el nuevo censo anual, se revisarán los datos de 2019 para incorporar algún individuo que no se hubiera detectado.
Los resultados del censo se obtienen por observaciones, huellas, fotos y análisis genéticos. Cada año se realiza el censo provisional de los ejemplares del año anterior, denominado Mínimo de Efectivos Detectados (EMD), a partir del conjunto de indicios. Y a su vez se revisan los datos de dos años antes para incluir los ejemplares que no se hubieran detectado, y obtener el censo revisado, el denominado Mínimo de Efectivos Revisado (EMR)
Sobre EMD y EMR:
EMD = número de individuos detectados cada año (un oso muerto durante el año se cuenta)
EMR= el efectivo mínimo detectado de los años anteriores es revisado si aparecen nuevas informaciones (por ejemplo, individuos no detectados el año n-1, pero detectados el año n, o la presencia de individuos contabilizados por error el año n-1 o más).
« Oso desaparecido » = no detectado durante al menos dos años.

*Efectivos Mínimos Detectados en 2019. Fuente GSTOP
El área total de presencia del oso en los Pirineos es de aproximadamente 10.400 km2, 3.000 km2 más que en 2018 y 5.400 km2 más que en 2017. El oso Goiat es en gran parte responsable de este fuerte aumento con grandes movimientos hacia el sur entre Cataluña y Aragón durante el período de celo.

Distribución de los osos en los Pirineos en 2019
Los resultados del censo se elaboran anualmente de forma coordinada por los miembros del “Grupo de Seguimiento Transfronterizo del Oso pardo en los Pirineos” GSTOP. Este grupo está integrado por los equipos de Francia, Andorra, Valle de Arán, Navarra, Aragón, Cataluña y la Fundación Oso Pardo (FOP). En esta ocasión la puesta en común de los datos se ha realizado de manera telemática, debido a las normas de confinamiento derivadas de la COVID-19.

Osa Caramellita con sus crías en 2016. Foto Piroslife