El ejemplar, nacido este año, fue encontrado por un excursionista.
El sábado por la tarde, un excursionista que caminaba por un hayedo del Parque Natural de Somiedo encontró en una senda el cadáver de un pequeño osezno. Esa misma tarde fue recogido por un guarda de la Patrulla Oso del Principado de Asturias con la colaboración de un vigilante de la Fundación Oso Pardo, que fue quien recibió el aviso.
En una primera visualización el osezno, nacido este año, no presentaba ningún indicio que permitiera intuir la causa de la muerte, por lo que habrá que esperar a la realización de la necropsia para determinar el motivo.
En estos momentos las osas ya están fuera de las oseras con sus pequeños, y seguimos en plena temporada de celo de los osos; es muy habitual que las hembras con crías busquen lugares muy abruptos y la proximidad de entornos humanos para refugiarse de posibles ataques de machos infanticidas.