Destaca la mala calidad del Instrumento de Gestión Integrado (IGI) de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias, que no asegura la conservación del oso pardo.
Diversos grupos conservacionistas que trabajan en Asturias -Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (A.N.A), Coordinadora Ornitolóxica d’Asturies (COA), Ecoloxistes n’Aición d’Asturies y la Fundación Oso Pardo (FOP), a los que se sumó Equo-, han denunciado esta mañana en una rueda de prensa celebrada en Oviedo diversos aspectos de los Instrumentos de Gestión Integrada (IGI) de Asturias. Los IGI son los planes que sirven para gestionar los espacios incluidos en la Red Natura 2000.
El aspecto más relevante denunciado hace referencia al proceso de participación pública. En la reciente tramitación de los IGI de Asturias no se ha realizado el proceso de participación pública que planes de estas características merecen, y que se exigen en comunicaciones de la Comisión Europea (por ej., las Notas de la Comisión en la designación de áreas especiales de conservación, 2012).
Aunque inicialmente se planteó por parte de varios directores de Parques Naturales la realización de reuniones temáticas en las zonas con los sectores afectados e interesados, lo que permitía escuchar directamente todas las voces y debatir las propuestas, esta interesante iniciativa (aunque exenta de las diagnosis previas, su análisis y las pertinentes explicaciones) se interrumpió, limitándose el Principado a abrir el proceso reglamentario de alegaciones y audiencia a los interesados a través del BOPA sobre documentos ya redactados, puesto que urgía aprobarlo todo antes del 31 de diciembre pasado (el incumplimiento de los plazos por parte de España dio lugar, finalmente, al expediente sancionador de la UE nº 2015/2013).
Por otro lado, fueron desestimadas prácticamente las alegaciones presentadas en todos los IGIs tramitados,y cabe señalar que los Planes de desarrollo Sostenible incluidos en los IGI se quedan en mera declaración de intenciones, y con un desarrollo presupuestario tan insuficiente que hace imposible la adecuada implementación de las medidas de gestión propuestas.
De entre todos los tramitados, se destacaron las alegaciones al IGI de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias, por ser importantes al implicar a la mejor área de cría de osos; a pesar de haber sido realizadas con mucho detalle y muy trabajadas, fueron en su práctica totalidad desestimadas, con justificaciones superficiales y sin argumento técnico alguno.
En este plan se asumió en su mayor parte la zonificación del anterior PRUG, que era completamente inadecuada; ésta era una oportunidad perfecta para corregirla, pero no se quiso hacer. En consecuencia, el IGI no asegura la protección de diez áreas de especial interés para el Oso Pardo: amplias zonas sumamente sensibles por la presencia habitual de osas con crías y de episodios de celo, la existencia de oseras de hibernación, o enclaves como arandaneras o robledales y hayedos muy utilizados por los osos, son definidas en la zonificación establecida como zonas de uso agropecuario o de alta montaña, por lo que resultan accesibles en su totalidad por cualquier persona a pie o con vehículos no motorizados, lo que supone un grave riesgo de afección sobre la especie, e incluso de conflictos entre humanos y osos.
Por otro lado, el IGI no regula de forma adecuada la observación de osos, una actividad que va en aumento y que puede suponer una oportunidad para la economía de la zona y para la conservación la especie, aunque resulta asunto delicado y precisa, por tanto, una regulación que evite las interferencias negativas con los ejemplares observados y molestias a la población osera.
Finalmente, las asociaciones se han comprometido a denunciar estos hechos ante la Comisión Europea, sumándose a la iniciativa que están promoviendo numerosas organizaciones conservacionistas a nivel estatal al respecto, canalizada a través de la organización WWF. El objetivo final es la revisión de los IGI que se consideren insuficientes; entre ellos, y debido a la importancia del territorio implicado en la conservación del oso y otras especies amenazadas, la revisión y mejora del IGI de los Espacios Protegidos de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias resultaría de la máxima urgencia.