Durante los días 9 y 10 de septiembre tiene lugar en el Castillo de San Vicente, en Argüeso, el curso El hábitat del oso pardo cantábrico: fronteras y corredores.
En el marco de los cursos de verano de la Universidad de Cantabria se está celebrando con gran éxito de asistencia, el curso El hábitat del oso pardo cantábrico: fronteras y corredores, en el que la Fundación Oso Pardo (FOP) participa en la organización y aporta varios ponentes. El Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso colabora y acoge las jornadas poniendo a su disposición las instalaciones de esta fortaleza medieval, declarada Bien de Interés Cultural, y uno de los focos principales de cultura del sur de Cantabria.
El objetivo del curso es presentar la información actualizada sobre la situación del oso cantábrico y los problemas a los que se enfrenta para su conservación, en especial las dificultades para conectar las dos subpoblaciones cantábricas de la especie. La conexión de estos dos núcleos reproductores es clave para evitar el deterioro genético de la población de oso cantábrico.
“En el caso del oso cantábrico confluyen dos aspectos”, explica Juan Carlos García Codrón, director del curso: “por un lado, la especie se está recuperando y en su expansión se encuentra infraestructuras que son un obstáculo. Por otra parte, España cuenta con mucha superficie protegida pero la mayor parte de esos espacios no están conectados, incluso los santuarios de fauna constituyen islas separadas unas de otras. Con este escenario lo que resulta prioritario es conectar las poblaciones de oso separadas, tanto por razones de variabilidad genética como por el mantenimiento de un número mínimo de ejemplares por debajo del cual la conservación de la especie se hace más difícil”.
La Autovía de la Meseta: un laboratorio para estudiar la permeabilidad de las infraestructuras lineales
Durante las jornadas está siendo objeto de análisis la calidad del medio natural de los corredores en donde debe producirse esa conexión, y cómo reducir el efecto barrera de las infraestructuras lineales, como las autovías y líneas férreas de alta velocidad, tomando como ejemplo el caso de la Autovía de la Meseta.
“Sabemos que el oso pardo cruza esta autovía utilizando los pasos propiciados por sus túneles y viaductos. Se trata de un buen laboratorio que ofrece oportunidades para aprender cómo hacer permeables estas infraestructuras al paso de la fauna y aplicarlo al diseño de otras”, añade García Codrón.
El consenso, filosofía del curso
El curso se plantea como un lugar de encuentro y trabajo en el que expertos de distintas disciplinas procedentes tanto del mundo científico, técnico y académico, como de la administración, están poniendo en común las posibles soluciones. “Una vez que ya existe el consenso en torno a la necesidad de la conservación, se trata de avanzar en ese consenso con las herramientas y prioridades de cada uno. Esta es la filosofía del curso”, subraya su director.
A este respecto el trabajo que la FOP viene desarrollando es una fuente irremplazable de información y proporciona una valiosa experiencia aplicada expuesta en el curso por los biólogos especialistas de la FOP Fernando Ballesteros Bienzobas y Juan Carlos Blanco. Participan además como ponentes especialistas de la Universidad de Cantabria, la Universidad del País Vasco, la Universidad Politécnica de Madrid, el CEDEX, la Demarcación de Carreteras del Estado en Cantabria y la empresa ATECMA.