La Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado de Asturias acaba de dar a conocer los resultados de las necropsias realizadas a los dos osos muertos en abril.
El 20 de abril de 2017, un vecino de la localidad de Combo (Cangas del Narcea, Asturias), situada en el interior del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, descubrió sorprendido la presencia de dos grandes osos pardos muertos en un arroyo, al pie de una ladera muy pendiente y a unos pocos metros de distancia el uno del otro. Tras el aviso del vecino, el Principado de Asturias estableció un operativo para recuperar los dos cuerpos de los osos, que resultaron ser dos machos adultos de gran tamaño, y recoger evidencias que permitieran averiguar lo que había sucedido. Ante las dudas sobre las causas de las muertes, el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil se hizo cargo de las investigaciones, con el apoyo de los Agentes Medioambientales del Principado de Asturias. El equipo de campo de la Fundación Oso Pardo (FOP) colaboró con las autoridades en la retirada de los osos y en la posterior investigación, reconocimiento del terreno y prospección del entorno en busca de venenos u otros animales muertos, sin que pudiera recogerse ninguna evidencia en este sentido.
La Consejería de Medio Rural y Recursos Naturales del Principado de Asturias acaba de dar a conocer los resultados de las necropsias a los dos osos, una vez completadas con los resultados de los análisis toxicológicos. Los informes de necropsia, firmados el 12 de julio de 2017, han sido elaborados por un equipo de siete veterinarios del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA) la Dirección General de Recursos Naturales y la empresa SERPA y concluyen que la muerte de ambos osos pudo producirse por “un grave traumatismo por deceleración corporal brusca, que indujo una dinámica espiral de hipotermia, acidosis y coagulopatía de curso rápido y mortal”. Esta conclusión se basa en la presencia de lesiones hemorrágicas y fracturas óseas en ambos osos y en la ausencia de resultados analíticos patológicos o toxicológicos. Se ha analizado la presencia de 3.000 compuestos tóxicos diferentes en muestras de ambos osos, con resultados negativos.
Estas conclusiones concuerdan con las observaciones realizadas sobre el terreno, los rastros de caída desde la parte alta de la ladera y la ausencia de indicios de envenenamiento o de otros animales muertos en el entorno. Considerando la fecha de la muerte, es posible que los dos machos en periodo de celo pudieran pelearse o perseguirse por la ladera compitiendo por una hembra, cayendo ambos en la refriega. En las prospecciones realizadas por el entorno en los días posteriores el equipo de la FOP pudo observar una osa en celo seguida por otro macho, lo que podría apoyar la idea de la pelea de los dos osos muertos.
Aunque la muerte de dos ejemplares adultos como estos es una noticia triste, la parte positiva es que se ha tratado de una muerte natural y que la población osera cantábrica continúa creciendo gracias a la práctica desaparición de las muertes provocadas por el hombre, a la protección de sus hábitats y a las medidas para una buena convivencia entre osos y humanos.
Imágenes de los oso encontrados muertos en Combo (Fotos cedidas por el Principado de Asturias).