Los osos cantábricos no son agresivos

Los osos cantábricos no son agresivos

Los osos cantábricos no son agresivos 150 150 Fundación Oso Pardo

Sólo se han producido 5 ataques de osos a personas en la Cordillera Cantábrica en las últimas tres décadas, y ninguno ha sido mortal

En los últimos días, algunas notas de prensa y noticias relacionadas con la difusión de un trabajo científico han mencionado la cifra de 38 ataques de oso pardo en la Cordillera Cantábrica en los últimos años. No obstante, esta información no es correcta y puede llevar a interpretaciones erróneas, teniendo consecuencias importantes sobre el apoyo social a la recuperación de la especie. Los autores de este trabajo solo han recogido y analizado información de 10 ataques de oso desde 1950 en la Cordillera Cantábrica y uno en Pirineos, siendo el resto de los datos correspondientes a otro tipo de interacciones. De hecho, desde que se inició el programa intensivo de seguimiento y censo de osas con crías en 1989, tan solo se han documentado 5 ataques de osos a personas en la Cordillera, que se han producido en la zona oriental y han tenido un perfil similar: una carga rápida de un oso sorprendido por una presencia humana muy cercana, con ataque defensivo y sin ensañamiento. En un caso el oso defendía una carroña y otros dos casos se asociaban al consumo de alimentos de origen humano. Es importante aclarar esta confusión, para dejar bien sentado que se trata de fenómenos muy infrecuentes y que los osos pardos cantábricos no son agresivos.

Como el artículo resalta, hay más osos y personas en los montes que hace unos años, lo que incrementa las probabilidades de encuentros e interacciones, que se resuelven en la mayor parte de los casos sin consecuencias negativas. Los osos suelen huir ante la presencia humana y solo en raras ocasiones realizan cargas de advertencia al sentirse amenazados.

Pero junto con este mensaje de tranquilidad por el carácter no agresivo de nuestros osos, debemos insistir una vez más en que es necesaria una buena información y una regulación adecuada de las actividades recreativas al aire libre en áreas oseras, especialmente del avistamiento de osos. Es esencial evitar imprudencias y disponer de un protocolo aprobado para prevenir la aparición de osos habituados o problemáticos e intervenir cuando sea necesario.

Osa cantábrica adulta

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