Un oso joven muy malherido ha sido recogido hoy por los guardas y técnicos del Medio Natural del Gobierno del Principado de Asturias en una cuadra del término municipal de Proaza, según informa el Principado. Fue una llamada recibida esta mañana la que alertó de la presencia del animal en la cuadra.
Los técnicos le han realizado un primer examen en el lugar y han constatado que presentaba «un avanzado estado de caquexia, con extrema desnutrición, atrofia muscular, fatiga y debilidad. También comprueban que presenta lesiones en los cuartos traseros que impiden su movilidad (no camina ni se yergue)».
Dado el gravísimo estado de salud se procedió a su traslado en el remolque culvert a una clínica veterinaria para realizarle más pruebas. «Tras los análisis clínicos y la exploración completa del animal, se constata la extrema gravedad de las lesiones del osezno, por lo que se inicia el protocolo para administrarle la eutanasia», explica el Principado finalmente, señalando que «en los próximos días se le practicará la necropsia para determinar la causa de las graves lesiones que presentaba».
Se trata del cuarto ejemplar de segundo año de edad que aparece herido o muerto en menos de dos meses en la subpoblación cantábrica occidental. Los anteriores fueron:
– 2 de mayo, restos parcialmente devorados en Fabero, León,
– 4 de junio, restos con mordiscos en cabeza y torso en Somiedo, Asturias,
– 14 de junio, ejemplar muerto cerca de Besullo, en Cangas del Narcea, Asturias.
Considerando que el oso cantábrico es una especie de crecimiento lento, y por tanto explicar estos casos por una supuesta explosión demográfica no tendría ninguna lógica y queda completamente descartado, lo cierto es que resulta sorprendente la acumulación de estos casos de osos heridos o muertos de la misma edad, jóvenes nacidos en enero de 2020. Por ello, consideramos que será oportuno y útil realizar un análisis de las causas, una vez que se disponga de todos los resultados veterinarios, las necropsias y los análisis toxicológicos.

El joven oso en el interior de la cuadra abandonada. Foto cedida por el Principado de Asturias