En la jornada de ayer se localizaron los restos de un oso joven macho, de unos 3 o 4 años, atropellado mortalmente en la autopista AP-66 a la altura de la localidad de Canales-La Magdalena, en León (nota de la Junta de Castilla y León).
Se trata del segundo incidente ocurrido en esta carretera, ya que en la noche del pasado 2 de julio otro oso fue alcanzado por un coche, aunque en esa ocasión los hechos tuvieron lugar en el Principado de Asturias y fue el propio conductor el que dio aviso. No hubo daños personales y el oso no fue encontrado.
Tras ese suceso, ya recordamos que es un riesgo para la seguridad vial, además de para la biodiversidad. Y que en la FOP llevamos años reclamando la mejora de los vallados perimetrales de las autopistas y autovías que atraviesan zonas oseras (la AP-66, la A-67 y la A-6), pues una altura de un metro y medio es completamente insuficiente para evitar que los osos y otros animales accedan a la calzada. Este vallado debería alcanzar una altura mínima de 3 metros y contar con un voladizo hacia el exterior, además de otros requisitos que están recogidos en varios informes, entre ellos el «Manual de buenas prácticas para la gestión de corredores oseros en la Cordillera Cantábrica», que puede consultarse en nuestra web en el apartado de publicaciones y clicando
aquí. (Cap. 4).

Dos atropellos de osos en tan poco tiempo están indicando que urge tomar medidas en estas grandes vías para evitar que se conviertan en un punto negro para la recuperación de la especie, ahora que empieza a tener un futuro con luz.

Oso atropellado en la Autopista AP-66 a su paso por la localidad de Canales-La Magdalena, provincia de león. Foto: Junta de Castilla y León