Sobre el incidente sufrido esta semana en la A-6 con un oso que se adentró en la calzada

Sobre el incidente sufrido esta semana en la A-6 con un oso que se adentró en la calzada

Sobre el incidente sufrido esta semana en la A-6 con un oso que se adentró en la calzada 1154 767 Fundación Oso Pardo
Esta semana ha sido noticia el accidente sufrido por una familia de Oviedo al chocar con un oso en la AP-66 a su paso por el entorno de Campomanes (Asturias)
Afortunadamente ellos no sufrieron daños (el oso no ha sido encontrado), pero el suceso pone de relieve que es necesario mejorar la seguridad de los vallados perimetrales de las autovías y autopistas para evitar la entrada de animales a la calzada.
Actualmente, tanto en la AP-66 como en la A-67 y la A-6 (las tres atraviesan territorios oseros cantábricos), los vallados perimetrales son de 1 metro y medio, lo que no impide en absoluto el paso de un oso ni de otras especies animales.
Ya en 2012, en el «Manual de buenas prácticas para la gestión de corredores oseros en la Cordillera Cantábrica», que puede consultarse en nuestra web en este enlace 👉 https://mysl.nl/abaz (Cap. 4), analizábamos los modelos de vallados en Europa y EEUU, y poníamos de manifiesto las deficiencias nuestros vallados.
También colaboramos en 2014 en la elaboración de un informe para mejorar la permeabilidad y reducir riesgos para el oso cantábrico en varias infraestructuras viarias. En él se proponía para las autopista y autovías «un vallado con una altura mínima de 3 metros, un voladizo hacia el exterior con varios hilos de alambre de espino y un tramo de malla enterrada verticalmente o extendida sobre el suelo hacia el exterior, de una anchura de 1 a 1,5 metros para favorecer su fijación y colonización por la vegetación, y con la estructura, rigidez y anclaje suficiente para asegurar su buen funcionamiento».
La necesidad de mejorar estas protecciones es aún mayor considerando el aumento actual de la población de osos cantábricos, que conlleva movimientos dispersivos más frecuentes de los osos juveniles y más desplazamientos de machos adultos durante los celos.
Las fotografías muestran el vallado perimetral de la A-6 en el sitio por el que accedió a la calzada el oso atropellado en 2008 en Trabadelo (León). Entonces tenía 1 metro de altura, y 15 años después no ha sido elevado, continúa igual y envuelto en vegetación.
Compartir esta publicación
WordPress Image Lightbox Plugin