Un año más, otra oleada de incendios provocados

Un año más, otra oleada de incendios provocados

Un año más, otra oleada de incendios provocados 150 150 Fundación Oso Pardo

Se necesita un cambio de enfoque urgente en los planes de gestión de incendios, que potencien las medidas preventivas y castigos ejemplares para los causantes de este inaceptable atentado medioambiental

Los incendios, que están asolando estos días la Cordillera Cantábrica (casi todos provocados), han puesto en evidencia los actuales planes de incendios, centrados en la extinción, pero insuficientes en medidas de actuación dirigidas a la prevención. A pesar de que han mejorado considerablemente los protocolos de extinción y se cuenta con personal altamente cualificado, es indispensable que los esfuerzos presupuestarios cambien el enfoque y se potencie la partida para la prevención del riesgo de incendios (desbroces para aumentar las hectáreas pastables, concentración de la carga ganadera, limpiezas de caminos en las proximidades de los pueblos…).

La huellas de los incendios reiterados son visibles en la Cordillera Cantábrica. Concretamente, el 75% del territorio de Cantabria presenta un riesgo de incendios extremo o muy alto, según el Plan Especial de Protección de la Comunidad Autónoma de Cantabria sobre Incendios Forestales (INFOCANT). Además, el último informe de incendios publicado por el MAGRAMA, que recoge el decenio 2001-2010, refleja un aumento continuado en el número de incendios y superficie arrasada en Cantabria. De hecho, se destacan los municipios Vega de Pas, Soba y Cabuérniga como los más afectados.

Este mismo informe señala que al noroeste de España, el 77,56% de los incendios son intencionados, un dato muy relevante que exige una profunda reflexión para conocer cuáles son las causas que están detrás de estas quemas, que afectan a la mayor parte de siniestros y hectáreas arrasadas por el fuego. Además, los incendios cuestan a la sociedad recursos humanos e ingentes cantidades económicas. Por ello, y dado que esta situación se repite año tras año, es urgente consensuar un Plan de Gestión de Incendios con una mesa participativa y abierta, que invite a expertos y representantes de los sectores afectados para conocer mejor las causas y abordarlas de raíz.

Por otro lado, la FOP solicita sanciones duras que sirvan de ejemplo para que los culpables no queden impunes ante este inaceptable atentado medioambiental, que está generando pérdidas de biodiversidad en toda la Cordillera Cantábrica.

Imagen de uno de los incendios del Parque Natural de las Fuentes del Narcea (Asturias)

Compartir esta publicación
WordPress Image Lightbox Plugin